jueves, 18 de junio de 2015

THROUGH


Todos necesitamos protección, es algo innato, un mecanismo interno que nos lleva a tomar medidas frente a las agresiones tanto internas como externas. 


Tratamos de sobrevivir frente a nuestros posibles enemigos, frente a los más evidentes (todo aquel que no sea uno mismo) como a los menos (tú mismo).


Por ello creamos una coraza impenetrable, edificamos un muro extremadamente liso y alto, escondemos nuestra vulnerabilidad en la cima de una montaña de paredes inmensamente verticales. 


Lo que somos descansa allí, a salvo de miradas indiscretas. Por muy frágiles o desagradables que seamos o creamos ser, la sensación de seguridad permanece. 


Pero…


… en ciertas ocasiones, alguien logra atravesar el metal, consigue percibir lo que se refugia tras el ladrillo, es capaz de trepar tan alto que de pronto nuestra esencia más profunda es revelada. 


Y esto es lo que te ha sucedido, porque puedo ver a través de ti.


Este hecho me permite contemplar retazos de tu interior, pedazos parapetados tras un halo de desconfianza y temor… extractos de ti. Fragmentos de tu alma, la esencia de un mundo misteriosamente reconfortante:


- El salmón que se desplaza osado contracorriente, desafiando el camino establecido, procurando desesperadamente ser el dueño de su propio destino. Aunque las piedras y el caudal desgarren sus aletas, no dejará de avanzar aún con la certeza de que no conseguirá llegar con vida.


El oasis misericordioso que acoge a cualquier ser vivo entre sus aguas, entregando parte de su volumen generosamente para que dicha criatura pueda perdurar su existencia. La palmera altruista que obsequia sus frutos a todo espíritu famélico que requiera de su auxilio.


- La caricia del agua oxigenada que cauteriza para impedir la hemorragia, un poco de dolor para pasar el mal trago, para centrarte y no extraviarte entre tanta sangre. Sopla fuerte y todo saldrá bien.


- La lupa que sigue cada detalle, amplificándolo para cuestionar la verdad oculta, la imperiosa necesidad de comprender la apariencia real de lo que le rodea. El anhelo de poseer las respuestas a cada pregunta.


- El péndulo del reloj que no descifra cómo detener su movimiento oscilatorio, incapaz de mantener bajo control su ánimo. Una sensación de aturdimiento que nunca desaparece, una náusea constante que depende de una fuerza externa que oponga resistencia a su trágico balanceo.


- El fotón que disfruta desplazándose a velocidades vertiginosas, percibiendo como caricias la inmensa fricción de su entorno. Eres incapaz de advertir la estela que deja tras de sí, ya que un segundo suyo es mas intenso que la percepción temporal de un año. Para él, frenar es de cobardes.


El presidiario aislado que en su destierro pretende escuchar frases que no procedan del eco de su propia voz, que sueña con maneras de abrirse paso entre los barrotes. En busca de un motivo para no sentirse abandonado a su suerte, para no ahogarse en el único mundo que conoce y le acepta totalmente. El suyo.


La caja de música enigmática que se encuentra herméticamente sellada, forrada con lija en su superficie. A pesar de no poder contemplar su interior sospechas que está tapizada del más encarnado terciopelo, tienes el presentimiento de que contiene una melodía melancólicamente agónica. Un himno sombrío interpretado por el hambre de paz emocional.

- El jardín cautivador que sigue siluetas armoniosas, de setos esculpidos milimétricamente. Una paleta cromática interminable, un conglomerado de fragancias florales que aturden tus sentidos. Si no te mueves es porque te ha hechizado... si estas sonriendo es porque nunca viste algo tan bello.


- La polilla tímida, cuyo aleteo silencioso se funde entre tinieblas con el murmullo de insectos más ruidosos que derrochan prepotencia. Busca modestamente un resplandor que le revele sus encantos, ya que desconoce que está destinada a crear sin límites, a ser capaz de producir su propia luz.


A través de ti reafirmo mi existencia.


CREO EN TI.




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- Adamas

2 comentarios :

  1. Bonito es, no se puede decir lo contrario.
    Me ha encantado lo del reloj.
    :) un salurdo illou.

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  2. Me alegro de que te guste Angelita! La parte del reloj es interesante, si... La pregunta es si realmente se necesita una fuerza externa o no, tal vez la clave simplemente es anticipar dicha oscilación y crear una fuerza opuesta por uno mismo. Aunque siempre resultaría mas fácil disponer de algo externo (podríamos concentrarnos en otras cosas, aumentando nuestro rendimiento total), eso es un privilegio que puede que nunca tengamos. Por ello, mejor luchar por tener un sistema propio de corrección, aunque sea de una complejidad mayor y necesite de un mayor esfuerzo.

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