La felicidad es como caminar
por un inmenso desierto de ceniza gris, donde tras largo tiempo en esa
angustia, descubres una rosa solitaria en medio del enorme yermo.
Te detienes, la alimentas con
tu propia cantimplora, limpias sus pétalos... Y te pinchas con sus espinas. Y
entonces continúas tu senda.
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